El cuidado de la boca es muy importante, no solo para la salud bucal en sí, sino también para prevenir otro tipo de complicaciones. Si duelen las muelas, las infecciones o los problemas en las encías pueden llevar a trastornos mucho mayores. De hecho, se ha relacionado ciertos problemas bucales con un mayor riesgo de sufrir enfermedades graves, como las cardíacas.
Además de cepillar tus dientes a diario y concurrir con frecuencia al odontólogo, hay ciertas señales a las que deberías estar alerta. En caso de presentar alguno de los siguientes síntomas, mejor será vayas a una consulta médica cuanto antes.
Si bien es posible que te salga una llaga o úlcera en la zona bucal y sane en unos días, en caso de que la lesión se presente y no cicatrice, entonces podría ser un indicador de diabetes. En todo caso, lo mejor será consultar con el médico y medir los niveles de glucosa para asegurarse que no estén elevados.
Aún peor, las manchas o llagas en la boca también podrían estar alertando de un cáncer oral. Estas lesiones pueden aparecer como zonas blancas o rojizas, y pueden verse acompañadas de otros síntomas: dolor de oído, hinchazón en la región mandibular, ronquidos por la noche, entumecimiento de garganta o lengua, dificultad para tragar, entre otros.
Aunque el cepillado debe ser vigoroso como para eliminar la placa bacteriana acumulada, tampoco debe ser demasiado agresivo ya que podrías lastimar tus encías y hacer que sangren. No obstante, las encías sangrantes también podrían ser síntoma de gingivitis o de infección. El sangrado puede deberse a que hay acumulación de bacterias que pueden estar ocasionando inflamación.
Posibles causas de sangrado en las encías: trastornos hemorrágicos, cambios hormonales durante el embarazo, prótesis o aparatos dentales mal ajustados, infecciones, leucemia, escorbuto, uso de anticoagulantes, mal uso del hilo dental o bien una deficiencia de vitamina K.
La halitosis suele ser un trastorno bastante frecuente: bien puede ser producido por el consumo de ciertos alimentos fuertes como la cebolla o el ajo, o bien por una mala higiene bucal. Pero también el mal aliento puede ser señal de un problema más grave como alguna infección pulmonar o incluso diabetes.
Por lo general, cuando el mal aliento se torna crónico es porque hay caries o infecciones de las encías. En este caso, no dejes pasar más el tiempo y concurre al dentista cuanto antes.
Si sientes extrema sensibilidad, de manera repentina y sin motivo aparente, entonces es hora de llamar a tu odontólogo, ya que el incremento de la sensibilidad puede deberse a un absceso dental. Esto es, una infección bacteriana de un diente o de alguna zona de la encía circundante. En dicho caso también puede presentarse con fiebre, dolor e hinchazón. Es necesario que hagas una consulta profesional de manera inmediata.
El dolor es uno de los primeros indicadores de que algo no anda bien. Si el dolor se ha hecho presente, para quedarse, ve al médico de manera inmediata. Puede deberse a múltiples cuestiones: complicaciones en las encías, caries en los dientes, sangrado o a alguna infección.
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