En la rutina diaria del cepillado dental hay una gran olvidada: la lengua. Se trata de un músculo que realiza funciones esenciales de hidratación y digestión, además de permitirnos hablar, masticar y saborear los alimentos, entre otras.
En el caso de la salud bucodental, la lengua ayuda a controlar la presencia de bacterias no deseadas en la boca y, por tanto, evita la aparición de caries y enfermedades periodentales.
Además, es una gran aliada para combatir el mal aliento.
A la hora de cepillarnos los dientes debemos tener muy presente este músculo ya que su superficie, al ser irregular con relieves y hendiduras, puede almacenar restos de alimentos.
Asimismo, una buena limpieza de la lengua favorecerá tu sentido gustativo y te permitirá apreciar mejor cada sabor.
La lengua debe tener un color rosáceo y lucir con aspecto aterciopelado. Si tiene un color blanquecino, marrón, o amarillento y la superficie es lisa, puede ser síntoma de que algo no va bien en nuestro organismo.
Ante cualquier señal de alerta, te recomendamos acudir a DentalMep para realizarte una revisión. Nuestro equipo de profesionales especializado valorará tu estado y te dará todo el asesoramiento y la ayuda necesaria.
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