En los meses de verano nuestros hábitos cambian con las vacaciones. Sin embargo, pese a ser un periodo de descanso, es necesario que conservemos las rutinas bucodentales para evitar cualquier riesgo.
La época estival tiene sus ventajas, pero también sus desventajas desde el punto de vista de la salud bucodental. Las altas temperaturas, la disminución de la salivación, los cambios en los hábitos de higiene o en la alimentación pueden favorecer la aparición de bacterias en la boca y, con ellas, las caries o gingivitis.
Para evitarlo, es esencial que cumplamos estrictamente con nuestra rutina de higiene y cepillarnos los dientes, al menos tres veces al día.
¡Feliz verano!
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